Las ciudades sustentables e inteligentes se han convertido en un reto para la planificación urbana, reconociendo la concentración de la población mundial en estos espacios, la creciente expansión urbana y un modelo de alto consumo en el cual fueron concebidas. Se estima que el 54,7% de la población mundial reside en ciudades, valor que contrasta con el 33,6% de población urbana que existía en el año 1960 (INDRA, 2018). A esta situación se suman los problemas asociados con contaminación, pobreza, saneamiento y limitaciones en los servicios de movilidad, los cuales no respetan cultura, geografía, idioma y política. Reconociendo este panorama, más de la mitad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por Naciones Unidas se relacionan con actuaciones en las ciudades.